ELLA
Soñaba
Vivía
Creaba
Amaba
Experimentaba
Expresaba
Reía
Lloraba
Sentía
…
Ella no se preocupaba del
por qué lo hacía, era sin más… hasta que llegaron ellos y presionaron para que
Soñara con los pies en el suelo
Viviera según las normas de todos
Creara para el consumo ajeno
Amara con estabilidad, correctamente
Experimentara con seguridad
Expresara sin molestar
Riera en el lugar adecuado
Llorara lo que le tocaba
Sintiera pero no en exceso
Ellos eran los sin nombre,
el todos y el nadie, la autoridad de un cuerpo abstracto con tintes divinos...
espectro que atormenta a lo largo del tiempo, bajo distintos nombres, al
individuo; en su nombre pusieron condiciones a la vida, quisieron ordenarla
para que ella los sirviera a ellos, la humillaron, la menospreciaron, la
señalaron, la atacaron y, ante todo esto, se sintió obligada a responder:
Soñando con un mundo sin ellos
Viviendo luchando
Creando contraataques
Amando a la libertad
Experimentando la contestación
Expresando su crítica
Riéndose de su mundo inerte
Llorando por los golpes recibidos
Sintiendo la rebeldía incendiando su corazón, extendiéndose
por todo su cuerpo, sin control alguno...
Por eso
Soñaba sus sueños, sin controlarlos
Vivía su vida, sin moldearla al juicio ajeno
Creaba para sí misma
Amaba su individualidad
Experimentaba sus fuerzas desatadas y las desataba
sin parar
Expresaba lo que sentía
Reía cuando le venía de gusto y en cualquier lugar
Lloraba cuando lo necesitaba o, sencillamente,
cuando había una lagrima por derramar
Sentía la vida fluir por su cuerpo.
Era ella, atacada por serlo, luchando para
realizarse, siéndolo para luchar.
O eso creo, en verdad no sé
nada de ella, solo lo que veía... y amaba eso, la amaba a ella y lo que hacia verme.