dissabte, 5 de desembre del 2015


Yo me cago en Ultraversal, no puedo hacer otra cosa, llega un momento en el que no decir nada me hace sentir una víctima más de su autoritarismo y nunca me ha gustado ser una víctima...

Me cago en ese gueto de mamoneo, postureo y aspiraciones de integración y escalada social; de personas que renunciaron a escribir por lo que son para escribir por lo que los demás esperan de ellos. Putos sumisos de dos grandes fascistas que escupen al insumiso, al que ama su arte y lo crea libremente, fascistas que lanzan a sus perritos falderos contra el artista libre para abrumarle, generarle dudas sobre su creación, arrastrarlo al barro en el que ellos se ven atrapados y que pretenden abandonar a base de disciplina “artística”; quieren hacerle sentir un mediocre para luego invitarle a su secta y que se sienta uno más que debe auto-curar su creación...

Asesinos de artistas, fascistas literarios... no ganareis mi silencio, encerraos en vuestra alcantarilla, no salgáis de allí, cortaos vuestras alas libremente y lameos mutuamente los culos, tragad vuestra mierda como queráis, pero quiero que aprendéis el limite que no podéis cruzar ante un artista libre, que no olvidéis nunca que no podéis volver a repetir vuestros ataques a las obras libres y espontáneas, no olvidéis que sólo sois dioses para aquellos mediocres que os siguen, ante mi no sois más que escoria fascista...

No quiero permitir que volváis a pretender doblegar, a asesinar, la libertad de otro individuo, su arte... no quiero ser un mero observador mientras arrastráis a uno más a Ultramordor, se acabó fachas, se acabó el silencio cómplice ante vuestras acciones...