dilluns, 26 d’octubre del 2015


























- ¡Despierta! -

"¡Despierta! ¡Con la superación del miedo!

¡Despierta! ¡Con la realización personal!

¡Despierta! ¡Con la creación de uno mismo!

¡Despierta! ¡Con la conciencia de justicia!

¡Despierta! ¡Siendo justo!

¡Despierta! ¡Con ganas de saber!

¡Despierta! ¡Con un ser libre, anti-esclavo, insumiso!

¡Despierta! ¡Con la revolución personal permanente!

¡Despierta! ¡Con ganas de evolucionar, de superarte!

¡Despierta! ¡Con amor propio compartido con los demás!

¡Despierta! ¡Con un sentido de la vida propio!

¡Despierta! ¡Con la eternidad de tu vida por delante!

¡Despierta! ¡Aprendiendo del error!

¡Despierta! ¡Con poder sobre TI mismo!

¡Despierta! ¡Sin leyes y normas!

¡Despierta! ¡Con convivencia con tu entorno!

¡DESPIERTA! ¡PORQUE DIOS NO HA MUERTO, NO HA DESAPARECIDO!

¡DESPIERTA! ¡PORQUE DIOS ERES TU PARA TI, ES CADA UNO PARA SI MISMO! "

Ya no habrá motivos para llorar la pérdida de lo que representaba dios, de lo que pretendía ser; de pronto la humanidad será, y sabrá que es...

Terminada la guerra, la luz - que quedaba tapada por el trono del dios, esa luz que sólo brilla en una revolución, en la libertad - bajará desde el cielo alumbrando las viejas ruinas del trono caído, y cada individuo que pasará junto a este y lo verá no podrá evitar dejar escapar una sonrisa mientras pensará:

"Que absurdo es querer tener un trono para gobernar a los demás cuando te puedes gobernar a ti mismo sin objetos que vistan tu poder, que mediocre es aplastar a los demás para tratar de llegar a las alturas cuando uno se puede elevar sin tener a nadie por debajo, que cobarde es pretender ser el único dios cuando uno puede ser dios junto con los demás. 

¿A qué le tenía miedo el que se sentaba en este trono? ¿A quién quería engañar vistiendo el poder que decía tener? ¿Por qué buscaba gobernar los demás? ¿Por qué quería vivir en las alturas teniendo el resto por debajo? ¿Tenía miedo a la libertad? ¿A lo que era igual que él? ¿Quería engañar al que era libre para que se dejase hacer esclavo? ¿Quería gobernar a los demás porque era incapaz de gobernarse a sí mismo? ¿Quería gobernar los demás con el fin de realizarse a través de ellos ante la incapacidad de hacerlo a través de sí mismo? ¿Quería vivir solo, en las alturas, por miedo de ver como los otros hacían evidente su mediocridad?"

Y estas preguntas, estas palabras, serán lanzadas en el gran silencio de la conciencia, que, a pesar de no dar respuesta, sonreirá, feliz, porque sabrá que somos y somos conscientes de este hecho.


- FIN -

16/03/2015