dilluns, 26 d’octubre del 2015





























¿COSAS? 

Mi vida es mía. 
Su vida es suya. 
Yo soy yo. 
Ella es ella. 
Y aún así 
a veces parece que mi vida sea nuestra, 
que su vida sea nuestra. 
Que yo y ella seamos nosotros... 
¿conseguimos ser de alguien en algún momento?

Yo fui yo. 
Mi vida fue mía. 
Él fue él. 
Su vida fue suya. 
Y aún así él murió 
y fuy yo, no él, 
el que vivió su muerte 
y su muerte fue mía. 
Él no la vivió nunca, 
con lo que su muerte no fue suya. 

Y, así, mi muerte no será mía. 
Mi muerte no será suya...

 ¿Y si en lugar de morir yo, 
mueren los otros en mi? 
¿Y si en lugar de morirse ellos, 
muero yo en ellos? 

Si es de alguien, la muerte, solo puede ser de ese que la vive.
Peró, ¿a caso se puede poseer?

Mi pasado fue mío. 
Y a pesar de ello ahora 
ya no lo puedo tener. 
Mi pasado ya no es mío. 
Mi pasado no es de nadie. 
Mi pasado desaparece siempre que nadie lo recuerda.
Y sigue sin aparecer por más que lo recuerde...

Quien recuerda algo de mi pasado 
¿lo hace suyo? 
No, no lo puede poseer, 
no lo puede hacer suyo, 
¡tampoco yo puedo hacerlo! 

Si lo que vivimos en el presente 
pasa a ser pasado 
y el pasado no lo poseemos 
¿somos  y dejamos de ser al mismo momento? 
¿Conseguimos ser en algún momento?

Si no existen pasado ni futuro, 
si solo existe el presente 
y nunca viviremos nuestra muerte, 
¿somos inmortales, atemporales?

Desde nuestro punto de vista debería ser así,
aunqué, al pensar en la muerte, la vida, el tiempo...
casi nunca tenemos esta sensación
¿A caso vemos nuestra vida desde ojos ajenos?


...

07/10/2015