- LA MUERTE DE UN NIÑO -
Mastica poco a poco; ¿Aún no te has terminado el plato? No mastiques con la boca abierta. Siéntate bien. No hagas ruido al masticar. No hables con la boca llena. No se qué te pasa, no hablas nunca en la mesa… Y dejó de comer.
Haz los deberes. No juegues. Deja de hacer el “indio”. Apúntate aquí. Apúntate allí. No vayas a jugar aquí. No vayas a jugar allí. No puedes apuntarte a eso. Debes apuntarte a aquello. Se tú mismo. No me gusta lo que haces. Debes ser feliz. Pero no juegues, primero los deberes… Y se quedó sin hacer nada.
Deja de soñar despierto. Pinta eso que te digo. Escribe aquello que te mando. No dibujes aquello. No escribas eso. No te despistes. Presta atención. No digas tonterías. Yo creo esto y tú debes creer en ello. Eso es importante. Esto no lo es. Se listo. Haz lo que te manden y saca buenas notas. Primero lo exigido, la curiosidad luego… y se quedó sin pensar, sin aprender.
Teme lo que yo te haga temer.
Llora cuando sea el momento.
Juega cuando tengas tiempo.
Trabaja para ser algo.
Estudia para complacerme.
Estudia para un futuro pues no te dejamos vivir el presente.
Compórtate para ser aceptado.
Debes ser aceptable.
Adopta mis miedos.
Convierte mis fracasos en éxitos.
Se feliz como yo diga.
Cree en lo que yo creo.
Desea lo que yo deseo por ti.
Ama a quien yo diga.
Reprímete para ser bien visto.
Evita la espontaneidad.
Se ordenado.
Se responsable.
Habla bien.
Se lo que yo quiero que seas.
Madura.
Compórtate como debes, ya tienes una edad.
Ser tú está mal.
Ser niño es un error.
Debes ser yo.
Necesito que seas yo...
Y así fue como el niño murió al ser otro individuo no realizado y que busca realización en otros, en pocas palabras: murió al no ser nada, junto con tantos otros…
14/10/2015
